La familia Domènech i Montaner

Lluís Domènch i Montaner nació en la calle Avinyó de Barcelona el 27 de diciembre de 1849 y murió el 27 de diciembre de 1923, a los 74 años.

Es uno de los más importantes arquitectos del modernismo catalán. Segundo hijo del encuadernador Pere Domènech Saló y de Maria Montaner Vila, la familia vivía en Barcelona, donde el padre había establecido su taller de encuadernación de lujo, y donde, años después, ampliaría el negocio con la venta de máquinas para la encuadernación.
El taller de Pere Domènech era uno de los más prestigiosos del país por haber recuperado técnicas artesanales que lo habían situado al frente de la encuadernación artística de Barcelona.

Su madre, Maria Montaner, pertenecía a una familia de terratenientes de Canet de Mar. Hermana del que será el famoso editor Ramon de Montaner, propietario de la Editorial Montaner i Simon.

Los Montaner tenían antepasados ​​nobles ya en el siglo XVII, cuando Felip Dimas de Montaner será propietario y señor de la Casa Forta de Canet de Mar, años más tarde ampliada y convertida en el famoso castillo de Santa Florentina.

Maria Montaner supo transmitir a sus hijos la estima que tenía por el pueblo de sus antepasados. Por ello, Canet se convirtió en el pueblo de veraneo de la familia Montaner, y será donde Lluís Domènech conocerá a su esposa y pasará largas temporadas durante toda su vida, dejando, también, un legado arquitectónico muy importante.

Lluís Domènech i Montaner, El arquitecto

Lluís Domènech estudió Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en la Universidad de Barcelona, ​​obteniendo el grado de licenciado en Exactas en 1870. En 1871, se matricula en la Escuela Especial de Arquitectura de la Real Academia de San Fernando, en Madrid, donde consigue el título de arquitecto el 13 de diciembre de 1873.

Una vez completados sus estudios, viajó por Europa para conocer las nuevas tendencias arquitectónicas, quedando impresionado con la arquitectura tradicional alemana. De regreso a Barcelona y habiéndose creado la Escuela de Arquitectura en 1875, se incorpora como profesor de Topografía y Mineralogía. Pero será la Exposición Universal de 1888 la experiencia que consolidará a Domènech como arquitecto. Entre los encargos que recibió, destaca la construcción del hotel para la exposición y del café-restaurante en el parque de la Ciutadella, conocido como el castillo de los Tres Dragones. El primero, levantado en tan solo 67 días.

Arquitecto incansable, en 1878, escribió su artículo “En busca de una arquitectura nacional” en la revista La Renaixença, con el objetivo de marcar el camino para una arquitectura moderna y nacional catalana que contemplara la pluralidad y respetara, a su vez, las peculiaridades de cada nación o tierra.

El político

Paralelamente a su carrera de arquitecto, Domènech se inició en la política, siendo uno de los impulsores del catalanismo político. En 1870, participó en la fundación de la Jove Catalunya y del Centre Català. Posteriormente, ingresó en la Lliga de Catalunya, de la que fue presidente en 1888. En 1891, fundó la Unió Catalanista, partido del que fue primer presidente y tuvo como secretario a Enric Prat de la Riba. Presidió la asamblea que redactó las Bases de Manresa, documento que instauraba los principios básicos para el autogobierno de Cataluña. En 1899, se incorporó al Centre Nacional Català, que, al fusionarse con la Unió Regionalista, constituyó la Liga Regionalista, el partido más importante del catalanismo político del momento. Formado por la burguesía y las clases medias decepcionadas, defendía sin rodeos una Cataluña libre, fuerte y autónoma. 

Entre 1901 y 1905, fue diputado en las Cortes de Madrid. El compromiso de Domènech con la defensa de la identidad de país le llevó a presentarse a las elecciones legislativas de mayo de 1901 y a las municipales de noviembre, dentro de la candidatura de los "cuatro presidentes", cuatro personalidades que apoyaron la Liga Regionalista. Estas cuatro personalidades eran, además de Montaner, Bartomeu Robert, ex alcalde de Barcelona y ex presidente de la Societat Econòmica d’Amics del País; Albert Rusiñol, ex presidente del Fomento del Trabajo, y Sebastián Torres, ex presidente de la Lliga de Defensa Industrial i Comercial.

Domènech fue reelegido en 1903, pero, un año más tarde, se mostró disconforme con Cambó por la actuación de la Lliga en la visita del rey Alfonso XIII a Barcelona. Este hecho le apartó de la vida política activa, separándose de la Lliga Regionalista y fundando el semanario El Poble Català, en torno al cual se organizaría Esquerra Catalana.

A pesar del desencanto político, Domènech siguió con su labor de defensa de la identidad catalana. En 1904, como miembro del Centre Excursionista de Catalunya, hizo una expedición a los Pirineos para visitar las iglesias de aquellos lugares, que bautizó como primer románico, y donde preparó el material sobre el arte románico para sus estudios y sus clases. Su distanciamiento de la política le hizo volver a su tarea de profesor e investigador de arqueología y de historia.

La familia Domènech i Roura

El 10 de mayo de 1875, se casó en la iglesia de Sant Jaume de Barcelona ​con Maria Roura Carnesoltes, nacida en Canet de Mar, hija de can Roura, una estirpe adinerada de navieros y terratenientes. La compañía Roura había sido una de las mercantiles más potentes de Canet de Mar en el siglo XVIII.

El matrimonio Domènech i Roura tuvo ocho hijos. Uno de los hijos, Luis, murió a la edad de dos años (en 1887), y Ricard murió, también, en plena adolescencia, en 1915.
La familia pasaba los veranos en Canet de Mar, en la masía Rocosa, que había heredado Maria Roura.

Lluís Domènech murió de un cáncer de estómago en Barcelona en 1923, a la edad de 74 años. Se había retirado a Canet de Mar, donde pasó los últimos días trabajando en sus estudios sobre la historia de Cataluña y la heráldica catalana. Su voluntad de ser enterrado en el panteón de Canet de Mar no se pudo cumplir debido a las circunstancias políticas (dictadura de Primo de Rivera). Fue enterrado en el cementerio de Sant Gervasi, en Barcelona.

Su obra

Su arquitectura se fundamenta sobre la base de una visión integral de todas las artes: las líneas curvas propias del modernismo, la utilización del ladrillo visto, los mosaicos, las cerámicas, los esgrafiados, las vidrieras. Incorpora a la arquitectura soluciones decorativas sin abandonar las influencias del norte de Europa.

De entre sus obras, destacamos las siguientes:

1. El Palau de la Música Catalana (desde 1905 hasta 1908), declarado por la UNESCO patrimonio mundial. Barcelona.

2. El Hospital de la Santa Creu y Sant Pau (1905-1930), declarado por la UNESCO patrimonio mundial. Barcelona.

3. La casa Lleó i Morera (1902-1906). Barcelona.

4. La casa Fuster (1908 a 1911). Barcelona.

5. La casa Navàs (1901-1907). Reus.

6. La casa Solà Morales (1913). Olot.

7. El Instituto Pere Mata. (1897-1919). Reus.

8. Grand Hotel (1901-1903). Palma de Mallorca.

9. El castillo de Santa Florentina (1896-1909). Canet de Mar.

10. La casa Roura (1891-92). Canet de Mar.

11. Casa Domènech (1918-1919). Canet de Mar.

12. Editorial Montaner i Simon (1880 a 1882). Barcelona.

13. Hotel Internacional. 1888. Barcelona.

14. Finalización del Seminario Mayor de la Universidad Pontificia de Comillas (1889-96). Comillas.

15. Monumento al Marqués de Comillas (1892).

Sus colaboradores en la casa Lleó i Morera

Es importante, también, referenciar a los artistas y artesanos que, bajo la batuta de Lluís Domènech, realizaron un trabajo artístico exquisito en los cuatro pisos del inmueble, en la escalera, en el hall de la entrada principal y en el local comercial.

Ellos son:

Gaspar Homar: Albañil, ebanista y decorador. En la casa Lleó i Morera, recibió el encargo de la decoración interior y el mobiliario.

Eusebi Arnau: Escultor. En la casa Lleó i Morera, junto con Alfons Juyol, realiza las esculturas de la fachada y del interior de las viviendas, destacando las mujeres con vasijas situadas en los bajos, y destacando, también, el relieve en el piso principal donde se narra la historia de "la nodriza del rey infante".

Joan Carreras: Escultor. Por encargo de Gaspar Homar, realizó los modelos de las caras para los murales del comedor del piso principal, y trabajó en los muebles del salón.

Josep Pey Farriol: Colaboró dibujando algunos paneles de marquetería diseñados por Gaspar Homar para decorar el comedor del piso principal.

Sebastià Junyent Sans: Fue, también, colaborador de Gaspar Homar en el diseño del mobiliario.

Alfons Juyol Bach: Escultor especializado en la aplicación de la escultura a la arquitectura. En la Lleó i Morera, realizó las esculturas de la fachada que nos muestran los inventos del siglo XX (teléfono, gramófono, electricidad y fotografía), los bustos y el templete que corona la fachada.

Mario Maragliano Navone: De origen italiano y residente en Barcelona. Fue el responsable de los maravillosos mosaicos de los suelos en cada uno de los cuatro pisos, realizados con la técnica tradicional de los mosaicos romanos. También, de los mosaicos de cada rellano de la escalera.

Lluís Bru Salelles: Especialista en mosaicos y escenógrafo. En la casa Lleó i Morera, trabajó los mosaicos de la escalera y de la fachada junto con Mario Maragliano.

Antoni Serra Fiter: Ceramista y pintor. Realizó las cabezas y las manos que representan figuras femeninas con la técnica del “trencadís” en los paneles del comedor del piso principal.

Antoni Rigalt Blanch: Pintor, vidriero y dibujante. Fue el responsable de todos los vitrales del edificio. El más espectacular será el mural de la fachada posterior del edificio, representando el árbol de la vida, desde el piso principal hasta el cuarto.

Casa Escofet: Fábrica de Esplugues del Llobregat que fabricaba mosaicos hidráulicos. Para la casa Lleó i Morera, realizó todos los pavimentos hidráulicos de los dormitorios.