HISTORIA DEL EDIFICIO Y DE SUS USOS

FICHA TÉCNICA

Los planos del edificio, calificado de viviendas, estaban firmados por el arquitecto Adolf Ruiz  Casamitjana. Se cree, según los planos presentados posteriormente a 1906 por el mismo arquitecto, que será en este momento cuando ya proyectarán realmente el hotel de la Rotonda, un edificio en forma de L, con dos cuerpos rectangulares haciendo ángulos de 45º para articularse con otro cilíndrico rematado con una loggia o rotonda (elemento arquitectónico que lo ha identificado a lo largo de los años).

Un hecho muy curioso, según los planos de este primer proyecto, es que pensaban construir una especie de teatro o sala de espectáculos para el hotel. Este equipamiento, sin embargo, no se realizó. 

Un hecho muy curioso, según los planos de este primer proyecto, es que pensaban construir una especie de teatro o sala de espectáculos para el hotel. Este equipamiento, sin embargo, no se realizó. 

Hacia el año 1910 el edificio de la Rotonda era un edificio representativo y lujoso en los límites del nuevo Ensanche barcelonés y como puerta de la montaña del Tibidabo.

Desde un punto de vista artístico, en este primer periodo, destaca la decoración marcadamente modernista de las fachadas, a base de pináculos y mosaicos de temática lúdica y deportiva. El templete, con la cúpula intensamente decorada a base de mosaicos, cerámicas, flores y esculturas zoomorfas, es obra del gran ceramista Lluís Bru i Salellas, que fue uno de los artesanos colaboradores habituales del arquitecto Lluís Domènech i Montaner. La influencia de este último en el maestro ceramista es evidente. El ejemplo más claro lo tenemos, también, en la cúpula o templete de la casa Lleó i Morera.  

En 1918, su propietario, Salvador Andreu, pedirá una nueva autorización para hacer una ampliación de La Rotonda. El arquitecto responsable de esta segunda operación será Enric Sagnier Villavecchia

A pesar de que el edificio mantendrá la misma altura que el original, es decir, planta semisótano y tres plantas, el aspecto será diferente al original. La nueva decoración no será de estilo modernista, sino mucho más simple. Se podría decir que este anexo correspondería, ya, a un estilo novecentista.

Durante este periodo, ya se tiene noticia de que La Rotonda es el Hotel Metropolitan. Un uso que alojará durante muchos años y que irá alternando con el de clínica.

Lluís Bru Salellas fue uno de los artesanos colaborador habitual del arquitecto Lluís Domènech i Montaner.

Serán, precisamente, los cambios de usos de hotel a clínica, así como las ampliaciones de la parte del edificio destinada a hotel, lo que conllevará unas transformaciones, sobre todo en los años 51, 52 y 53, que dañarán cada vez más el estilo artístico y arquitectónico del edificio original. En este sentido, se empiezan a suprimir elementos decorativos modernistas de la fachada, que perderá todo su coronamiento, a base de pináculos, para dejar paso a la edificación de dos nuevos pisos en altura. El arquitecto responsable será Josep M. Sagnier Vidal, que ya trabaja bajo otros criterios artísticos que equidistan totalmente del modernismo y más cercanos a la corriente del racionalismo. 

Así pues, se cambiará irreversiblemente el edificio de la Rotonda tal y como estaba construido en 1906, dejando de existir, y se pierde la posibilidad de la recuperación de su aspecto original por completo.

Se empiezan a suprimir elementos decorativos modernistas de la fachada, que perderá todo su coronamiento

A raíz de estas reformas, la prensa de la época se hace eco y se habla de un edificio modernista tardío con un interior de lujo.

En un artículo publicado el 19 de octubre de 1956 en la revista Solidaridad Nacional, se describe el nuevo hotel residencia La Rotonda, situado en uno de los lugares más aristocráticos de Barcelona. Habla de que el hotel dispone de 73 apartamentos; cada uno, con una salita amueblada, baño y office. También describe el gran salón de fiestas, con capacidad para 350 comensales, y el restaurante-jardín de verano, muy espacioso y proyectado con exquisito gusto. Según el artículo, el hotel residencia "es uno de los mejores en su género que tenemos en España".

El artículo sigue diciendo que al acto de inauguración asistieron un gran número de amistades de "don Juan y don José Andreu", propietarios del hotel. El doctor Moisès Geli, cura de Santa Cecília, será el encargado de bendecir las diferentes estancias del establecimiento. Después se celebró "una brillante recepción en el salón de fiestas en la que concurrieron diversas personalidades barcelonesas." Entre las personalidades, había tenientes de alcalde, diputados provinciales, delegados de la oficina de turismo, directores de otros hoteles, el director del hotel José Antonio Cabal, amigos y familiares.

El periodista concluye finalmente el artículo sobre el hotel residencia con estas palabras: "en el curso de la recepción se sirvió un exquisito vino de honor, renovándose las felicitaciones a los señores Andreu por haber ofrecido a Barcelona uno de los hoteles más suntuosos con que cuenta nuestra ciudad. "

A finales de los años 60, del hotel entra en decadencia y se convierte en la clínica Rabassa, lo que provoca reformas ya irreversibles en las trazas modernistas que quedan en su interior debido a las nuevas necesidades, y hace aparecer una galería encajada en el patio interior. 

El año 1975 no es precisamente importante por lo que respecta a las reformas que se hubieran llevado a cabo en el edificio, sino porque estuvo a punto de ser derribado. Los propietarios pidieron el derribo de La Rotonda para, así, construir en el solar de forma que les fuera más rentable.

A raíz de esta demanda, hubo una clara oposición por parte de los ciudadanos y de los responsables de los organismos administrativos. Los periódicos se hicieron eco y los arquitectos se movilizaron para valorar el emblemático edificio.

Como consecuencia de este hecho, en octubre de 1976 lo declararon Monumento Histórico-Artístico con carácter local en la ciudad de Barcelona. Las partes protegidas del edificio son las fachadas y el templete-mirador del edificio original en L, es decir, el construido en 1906 por Adolf Ruiz i Casamitjana.

En los años 80, se convertiría en una clínica de enfermos terminales de la Fundación Sociosanitaria de Barcelona.

Barcelona inició en los 90, y a raíz de las Olimpiadas del 92, una renovación urbanística con la campaña ¡Barcelona, ​​ponte guapa! Gracias a esta campaña, La Rotonda, como uno de los edificios singulares de la ciudad, se benefició de una de estas restauraciones de fachada. Más concretamente, fue el arquitecto Francesc Labastida el encargado de restaurar la cúpula de la Rotonda, su elemento más significativo, y de limpiar la fachada.

El Hotel Metropolitan

A finales de los años setenta del hotel entra en decadencia y se convierte en la clínica Rabassa.

En 1999, el Grupo Núñez i Navarro compra el emblemático edificio, de casi 11.000 m2. De hecho, las obras iniciales estaban previstas para después de 2003, cuando finalizaba el contrato de alquiler que el Hospital de Sant Gervasi tenía vigente con la familia Andreu.

En 2010, el Proyecto de reforma y ampliación del edificio original contempla destinarlo a oficinas, locales y aparcamientos. El proyecto de Alfredo Arribas Arquitectos Asociados ha apostado por la recuperación del edificio, rescatando y protegiendo el volumen original y las fachadas principales, restaurándose en la medida de lo posible. En base a la relevancia de la historia del edificio y a la memoria de la ciudad, se han conservado todos aquellos elementos que tenían un carácter representativo del edificio original modernista de 1906.

Un proyecto realmente ambicioso en los tiempos actuales y que solo ha podido llevar a cabo un grupo con la experiencia de Núñez i Navarro, con siete décadas de actividad en campos como la vivienda, las oficinas, los locales, la rehabilitación, los aparcamientos o los hoteles.

Tras seis años de restauración, La Rotonda vuelve a brillar con luz propia en septiembre de 2016, cuando la iluminación de la fachada y el templete ponen fin a la rehabilitación del edificio.

El Grupo Núñez i Navarro

En 2010, el Proyecto de reforma y ampliación del edificio original contempla destinarlo a oficinas, locales y aparcamientos.

  1. Plan especial de protección del patrimonio arquitectónico y catálogo del distrito de Sant Gervasi. Ayuntamiento de Barcelona. 2010.
  2. Proyecto de reforma y ampliación del edificio original de la Rotonda para oficinas, locales y aparcamientos. Alfredo Arribas Arquitectos Asociados. Mayo 2010.
  3. Artículo La Vanguardia de 30/06/1999. 
  4. Artículo La Vanguardia de 27/09/1998.
Más Información
  • Dirección: Sant Gervasi 51-53; Lleó XIII 1-3; Avda. Tibidabo 2-4.
  • Denominación: La Rotonda.
  • Autores: Adolf Ruiz Casamitjana (1906). Enric Sagnier Villavecchia (1918).
  • Época: 1906; 1918.
  • Estilo: Modernismo y clasicismo.
  • Uso original: Hotel y clínica
  • Uso actual: Oficinas, locales, parkings.
  • Rehabilitación: 2016

La torre Andreu, conocida popularmente como "la Rotonda", tiene sus orígenes en el año 1900, cuando el empresario farmacéutico Salvador Andreu Grau pide permiso al ayuntamiento para construir una vivienda en la esquina de lo que entonces eran el paseo de la Diputación Provincial (paseo de Sant Gervasi) y la calle de Riego (avenida del Tibidabo). Los terrenos habían pertenecido al viñedo llamado Can Gomis o El Frare Blanc, que se extendía desde el paseo de Sant Gervasi hasta la cima del Tibidabo, y que la familia Parés Gayol había vendido a la sociedad anónima El Tibidabo por 250.000 pesetas.